Disfunción eréctil psicológica: bloqueo mental en la cama

Mucho se ha hablado de las causas orgánicas de la impotencia sexual, pero lo cierto es que la mente también tiene una cuota de responsabilidad en el desarrollo de problemas de erección. Es la conocida como disfunción eréctil psicógena o de origen psicológico.

En este artículo desarrollamos cómo nuestros pensamientos y emociones pueden terminar en un bloqueo mental y limitar las erecciones, algo que puede suceder a todas las edades, desde jóvenes hasta hombres en la tercera edad.

En muchos casos, la disfunción eréctil puede ser una combinación de factores orgánicos y psicológicos.

¿Qué es la impotencia sexual psicológica en el hombre?

Las diferentes sociedades científicas han logrado un consenso para definir la disfunción eréctil como la incapacidad persistente para lograr o mantener una erección del pene suficiente para un rendimiento sexual satisfactorio.

Cuando hablamos de impotencia sexual psicógena, nos referimos entonces a esta misma disfunción sexual, pero en este caso, debido a factores psicológicos. Estos factores pueden incluir:

¿Cómo influyen tus pensamientos sobre las erecciones?: el bloqueo mental

El proceso de lograr y mantener una erección implica una compleja interacción de factores fisiológicos y psicológicos. Cuando un hombre experimenta emociones negativas como ansiedad o estrés, se liberan hormonas como el cortisol, que interfieren en el desencadenamiento normal de la excitación sexual.

Cuando se desencadena la excitación sexual, en el hombre se precipita la liberación de ciertos neurotransmisores que actúan en conjunto para aumentar el flujo sanguíneo al pene y provocar una erección:

Cuando los niveles de cortisol son elevados, ocurre una alteración del delicado equilibrio hormonal necesario para una erección. Además, los pensamientos negativos también pueden provocar sentimientos de inseguridad, dudas sobre sí mismo o disminución de la confianza, grandes enemigos de las erecciones (y propensos a generar un aceleramiento del pulso o incluso taquicardias).

¿Estás buscando precios para el tratamiento de la disfunción eréctil?

Utilice nuestro asistente virtual y consulte todo lo relacionado con los tratamientos que le interesan. Presupuestos, tiempos de recuperación, hospitalización, posibilidades de financiación mes a mes, etc. En apenas unos minutos y sin compromiso alguno.

NOTA: Desactive el bloqueador de anuncios para andromedi.com si no visualiza correctamente el asistente.

Al hacer click en "comenzar" usted declara haber leído y aceptado la política de privacidad. El responsable de los datos que introduzcas es la Clínica Andromedi, sin cederlo nunca a terceros. El envío de comunicación privada, así como de newsletters es la finalidad de su almacenamiento en la base de datos de andromedi.com (UE). En cualquier momento puede limitar, recuperar y borrar su información aquí.

Diferencias entre disfunción eréctil y bajo deseo sexual o libido

En la disfunción eréctil el hombre solo tiene dificultades para lograr o mantener una erección durante la actividad sexual, mientras que la libido baja, por su parte, se refiere a una disminución del interés o el deseo por las relaciones sexuales.

Aunque la disfunción eréctil y la libido baja a veces pueden darse juntas, son trastornos distintos con causas diferentes. No obstante, se pueden dar casos en los que una persona teniendo las ganas y el deseo intacto, persista con problemas de erección.

Por ello, tanto la libido baja como la disfunción eréctil representan un problema para la vida sexual, pero en ocasiones deben ser abordadas desde perspectivas distintas.

¿A quién afecta? ¿Qué edades son más propensas?

Hombres de todas las edades pueden experimentar problemas de erección de origen psicógeno. Sin embargo, en cada grupo etario tiene unas causas y connotación distintas, en la siguiente tabla lo simplificamos:


Jóvenes	Suele asociarse más con los hombres jóvenes debido al nerviosismo y la ansiedad anticipatoria que pueden generar las primeras experiencias sexuales.
Mayores de 30 años	Estar a cargo de otras personas y tener un trabajo demandante puede ser agobiante hasta el punto no solo de provocar problemas con las erecciones sino también en la salud mental.
Mayores de 50 años	Deben adaptarse a ciertas circunstancias estresantes asociadas al envejecimiento, pérdida de la pareja o la jubilación, que también pueden provocar impotencia sexual.

Causas de disfunción eréctil psicógena

Aunque tal vez no con la misma frecuencia, las causas psicológicas pueden causar erecciones débiles con la misma contundencia que las causas físicas. Algo que sin duda hemos comprobado en la consulta de nuestros centros Andromedi en Madrid, Sevilla y Canarias.

Diferencias entre causas orgánicas y psicológicas: no toda disfunción es psicológica

Al momento de clasificar los tipos de disfunción sexual, tendemos a dividirlo entre las de origen orgánico y las que están asociadas a la mente. Y lo cierto es que no toda disfunción eréctil es de causa psicológica, de hecho, la evidencia científica más actualizada ha demostrado que la mayoría de los casos son de origen orgánico.

Cuando la causa es orgánica, significa que físicamente existe un problema a nivel circulatorio, nervioso, hormonal o mecánico que impide la formación de la erección y que puede ser evidenciado mediante una analítica o una prueba clínica:

En muchos casos, la disfunción eréctil puede ser una combinación de factores orgánicos y psicológicos. La presencia de erecciones nocturnas y sueños húmedos así como la viabilidad de la masturbación y las erecciones espontáneas pueden orientar a una causa de naturaleza psicológica.

Estrés y Ansiedad: ¿es lo mismo?

El estrés es la reacción ante cualquier cambio que requiera un ajuste o respuesta para mantener el funcionamiento normal, ante estos cambios el cuerpo puede reaccionar con respuestas físicas, emocionales o mentales. La ansiedad son sentimientos de preocupación, nerviosismo o inquietud ante algo con un resultado incierto.

De acuerdo a datos actualizados del ministerio de sanidad, la ansiedad es el problema de salud mental más frecuente en España, afectando al 6,7% de la población. El estrés y la ansiedad pueden causar distintos grados de disfunción sexual a través de distintos mecanismos:

El estrés y la ansiedad forman parte natural del ser humano, y la mayoría hemos experimentado (o lo haremos) uno o ambos a lo largo de la vida. Alguna de esas ocasiones podría afectar (de forma reversible) tu vida sexual, tu relación de pareja, o más específicamente, tus erecciones.

Ansiedad de rendimiento: cuando hay un bloqueo mental en la cama

La ansiedad de rendimiento es un tipo de ansiedad que puede aparecer concretamente cuando una persona está preocupada por su capacidad de rendimiento sexual. Esta ansiedad puede manifestarse como preocupación por:

La ansiedad de ejecución puede deberse a diversas causas, como una experiencia sexual negativa, presión cultural o social, o miedo al rechazo o a ser juzgado por la pareja. Esto puede conducir a un círculo vicioso de preocupación y evitación de las situaciones sexuales, lo que puede empeorar la ansiedad y conducir a la disfunción eréctil.

Play Video

Depresión: causa importante de disfunción psicológica

La depresión puede causar disfunción eréctil y otras alteraciones de la salud sexual a través de distintos mecanismos:

Desequilibrios hormonales: La depresión se asocia a disminución de la testosterona lo que a su vez puede provocar una disminución del deseo sexual, dificultando erecciones normales.
Inactividad física: La depresión puede conducir a una disminución de la actividad física, lo que puede tener un impacto negativo en la circulación y contribuir a trastornos sexuales.
Estrés crónico: La depresión puede causar estrés crónico, que puede conducir a un empeoramiento de la calidad de vida y cambios físicos en el organismo, como un aumento de los niveles de cortisol.
Efectos secundarios de la medicación: Algunos antidepresivos pueden tener efectos secundarios que predisponen a problemas de la función sexual, como la disminución de la libido o erecciones débiles.

Una investigación muy reciente publicada en la revista científica de la Sociedad Internacional de Medicina Sexual y en la que participaron distintas universidades e institutos europeos establece que, así como la salud mental puede afectar las relaciones sexuales, esta relación también se podría dar de forma inversa:

Aunque la ansiedad, la depresión y el trastorno de estrés postraumático se consideran desde hace tiempo factores de riesgo para el desarrollo de disfunciones sexuales, la relación entre salud sexual y mental es bidireccional.

Problemas de pareja: falta de comunicación

Al igual que sucede en los casos de ansiedad, cuando los problemas de pareja se vuelven crónicos, con discusiones a diario, decepciones y sinsabores, se puede generar un estado de estrés crónico lo que indudablemente va a incapacitar la posibilidad de tener erecciones normales.

Por otro lado, cuando se rompe la comunicación asertiva en la pareja, cuando los sentimientos no son mutuos o cuando las parejas caen en el bucle de la monotonía, el deseo sexual puede ir apagándose lentamente hasta impedir incluso que se forme una erección.

Al mismo tiempo, esta situación puede generar un círculo vicioso. La disminución en frecuencia de la actividad sexual y la disfunción eréctil en sí, puede aumentar la tensión en la relación de pareja, empeorando ambos problemas mutuamente.

Experiencias traumáticas: encuentros sexuales para olvidar

Como mencionamos al hablar de la ansiedad por rendimiento, un encuentro sexual previo que no haya sido satisfactorio o que por el contrario haya sido vergonzoso o traumático, podría fijar un precedente como el desencadenante sexual de un joven.

Sin embargo, existen otro tipo de eventos traumáticos que igualmente pueden causar una disfunción sexual. El trastorno de estrés postraumático es una enfermedad mental que se produce tras la exposición a sucesos traumáticos, también puede tener repercusiones negativas en la calidad de vida y deterioro de la función sexual.

Tratamiento de los problemas de erección de origen psicológico

Así como existe una larga lista de alternativas terapéuticas y tecnología de vanguardia para tratar la disfunción eréctil orgánica, un paciente con impotencia sexual de origen psicológico también cuenta con varias opciones de tratamiento:

Terapia sexológica: si el problema está en tu mente, la solución también

La terapia sexual es un tipo de tratamiento psicológico para la mejora de la función sexual. Es efectiva no solo en el tratamiento de la disfunción eréctil sino también de otros trastornos sexuales:

La terapia sexual es un tipo de psicoterapia que trata los trastornos sexuales hablando de las experiencias, preocupaciones y sentimientos. Junto con el terapeuta, se elaboran mecanismos de afrontamiento para mejorar las respuestas en el futuro y tener una vida sexual más sana.

Los terapeutas sexuales ayudan a quienes experimentan problemas a superarlos para recuperar una vida sexual activa. El enfoque transformador de la terapia sexual pretende comprender los aspectos psicológicos, biológicos, relacionales y contextuales de los problemas sexuales.

Escoja día y hora para su cita con su urólogo o andrólogo en alguna de nuestras clínicas

Terapia de pareja: Incluir a la pareja sexual es esencial

Dada la compleja dinámica en la que pueden producirse los síntomas de disfunción eréctil, suele ser esencial, para obtener resultados eficaces, que la pareja sexual participe en la terapia de pareja como parte del tratamiento. Esto ayuda a comprender todos los matices y las distintas condiciones que pueden producir este problema.

El papel de los terapeutas sexuales, no es obtener detalles explícitos para conocer todos los entresijos de la vida sexual de un hombre o su pareja. Fundamentalmente la terapia de pareja se basa en comprender las circunstancias específicas de los síntomas para seleccionar las intervenciones terapéuticas adecuadas.

Una de las características de la terapia sexual es que brinda tanto a los terapeutas como al hombre y a su pareja la oportunidad de comprender por primera vez cómo y por qué se produce la disfunción eréctil por motivos que no se deben a problemas médicos.

Ejercicios para mejorar la impotencia psicológica: ¿realmente funcionan?

Algunos autores sugieren que cuando la disfunción eréctil es secundaria al estrés o la ansiedad, esta se puede mejorar a través de técnicas de relajación que podrían desactivar el sistema nervioso simpático o de alerta y alternarlo con el estado basal bajo el mando del sistema parasimpático.

Los ejercicios de respiración y otras técnicas de relajación pueden mejorar potencialmente la disfunción eréctil como beneficio secundario (al mejorar los niveles de estrés), pero no son un tratamiento directo o probado para la DE.

En la actualidad, la Sociedad Europea de Medicina Sexual (ESSM), a través de un paper publicado en la prestigiosa Journal of Sexual Medicine, fija una posición oficial, considerando el mindfulness como un enfoque terapéutico prometedor pero que necesita mayor evidencia científica.

Y la verdad es que el apoyo empírico es realmente limitado. Un estudio de la Sociedad Internacional de Medicina Sexual (ISSM) realizó un análisis para poner en perspectiva la viabilidad de mindfulness como un tratamiento potencial para la disfunción sexual masculina, pero las pruebas no fueron concluyentes:

Nuestra investigación carecía de grupo control. Los resultados ponen de relieve la necesidad de investigar la utilidad y la eficacia del mindfulness en el tratamiento de la disfunción eréctil situacional.

Medicamentos y fármacos: combinación de sildenafilo con antidepresivos

La terapia sexológica moderna suele integrar técnicas psicoterapéuticas y médicas. Esto se debe a que en algunos casos, el tratamiento psicológico en solitario no resulta suficiente para resolver los problemas de erección. En estas situaciones, el especialista podría asociar algunos medicamentos como los inhibidores de la fosfodiesterasa-5 (PDE-5):

Igualmente, es probable que hagan falta fármacos especiales para tratar los síntomas de la depresión o la ansiedad que pudieran estar asociados al cuadro clínico del hombre, en estos casos, el tratamiento del trastorno del estado de ánimo puede ser el primer paso más apropiado.

Si se utilizan antidepresivos, el agente específico debe ser uno que tenga menos probabilidades de empeorar la DE (bupropión, mirtazapina, fluvoxamina). Los inhibidores de la PDE-5 son eficaces en hombres con depresión y pueden utilizarse en combinación con tratamientos para los trastornos del estado de ánimo.

Play Video

¿Cuándo debo consultar a un especialista?: Sexólogos, urólogos y andrólogos pueden ayudarte

Independientemente de si tengas pareja o no, si notas cambios en la intimidad de una relación sexual, tanto en el deseo sexual como en la capacidad de lograr una erección, definitivamente son problemas a los que hay que enfrentarse.

Si tienes pareja, un buen punto de partida será hablar con ella sobre cómo te sientes, un problema compartido es un problema reducido a la mitad. Además, fomentar la comprensión entre parejas ayuda a resolver los problemas sexuales con mayor facilidad.

Si a pesar de hablarlo, meditarlo e intentar solventarlo con tus propios medios, sigues teniendo problemas de erección, es momento de visitar a un especialista. Mediante una entrevista y un examen físico un urólogo o andrólogo podrá comprender las posibles causas de tu disfunción eréctil y establecer un plan de tratamiento.

Referencias médicas y Bibliografía

BLOG ANDROMEDI

Otros artículos que te pueden interesar

Autor

Dr. Natalio Cruz

El Dr. Natalio Cruz (Nº de colegiado: 414110833), con 25 años de experiencia médica, ha sido hasta 2016 Jefe de la Unidad de Andrología en el Servicio de Urología del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, Coordinador Nacional de Andrología de la Asociación Española de Urología (AEU) y Secretario General de la ESSM, cargos que ha delgado para centrarse de lleno en el ilusionante proyecto de ofrecer una consulta médica privada de alto nivel en Sevilla, Marbella, Madrid y Tenerife.

0 Comentarios

Inline Feedbacks

View all comments