
¿Qué es el priapismo?
El priapismo es una rara patología propia del sistema reproductor masculino, que se caracteriza por una erección prolongada y dolorosa no asociada al deseo sexual.
En situaciones normales, la erección masculina se origina en una condición hemodinámica favorable en la que existe vasodilatación de las arterias del cuerpo cavernoso del pene (encargado anatómico de la erección) y vasoconstricción de las venas del mismo, provocando que una considerable cantidad de sangre se acumule en el miembro haciéndolo más grande y rígido hasta el momento que cesa la estimulación sexual.
Sin embargo, en el priapismo, el retorno venoso de la sangre posterior a la eyaculación (o al estímulo sexual), no ocurre de manera correcta y una gran cantidad de sangre se mantiene estancada allí por largos periodos de tiempo.

Anatomía general de la erección. Estado de flacidez.

Anatomía general de la erección. Estado de erección.
¿Qué ocurre con el pene durante el priapismo?
El pene con priapismo se caracteriza por presentar pérdida de su forma habitual, cambios en la coloración de la piel (se torna un poco azulado) y dolor que va aumentando paulatinamente con el paso del tiempo.
En casos más graves, si el priapismo no tiene un manejo médico adecuado puede llegar a producir daños en los delicados tejidos del pene, en muchos casos, irreversibles y con serias consecuencias.

Por todo ello, el priapismo está clasificado como una verdadera emergencia urológica.
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Tipos de priapismo
Esta patología se origina en desequilibrios hemodinámicos, es decir, pérdida de la armonía que existe entre la cantidad de sangre que entra y la cantidad de sangre que sale del pene durante la erección.
En base a este principio, el priapismo puede clasificarse de acuerdo al sitio en el que produce ese desbalance del flujo de sangre (arterias o venas) en:
Priapismo de bajo flujo o isquémico: Es el que ocurre con mayor frecuencia (aproximadamente 19 de cada 20 casos en consultas médicas) y afecta únicamente a los cuerpos cavernosos. Este tiene su origen en una alteración del flujo de sangre en el pene producido por una deficiencia funcional en los mecanismos encargados de hacer que éste órgano se “relaje” tras la estimulación sexual. Ocurre, más específicamente, a nivel del mecanismo de drenaje venoso que permite que la sangre acumulada en el pene durante la erección, retorne a la circulación del cuerpo y el pene pueda regresar a su tamaño normal (en el periodo de flacidez).
Puede ocurrir, durante un caso de priapismo de bajo flujo o isquémico, cambios en la composición química la sangre como por ejemplo, aumento del dióxido de carbono y disminución del pH (medida de acidez), debidos a que una cantidad de sangre permanece detenida más tiempo del que debería en un área en particular.
A raíz de estos cambios en la sangre que permanece en los cuerpos cavernosos del pene, se produce una inflamación evidente del miembro, dolor progresivo y una notable variación del color del mismo (debido a que la sangre pierde oxígeno y se torna de color azulado).
Priapismo de alto flujo o no isquémico: En este caso, la erección prolongada y desmedida del pene no se debe a una alteración en las venas del pene sino a un flujo arterial de sangre elevado con drenaje venoso normal, pero insuficiente para producir el estado de flacidez ante esa sobrecarga de sangre. Es mucho menos frecuente que el priapismo isquémico y tiene una mayor tasa de recuperación, con menos secuelas negativas.
Causas frecuentes y factores de predisposición
No es una patalogía 100% investigada, ya que no es muy común, y las causas de su aparición son difíciles de averiguar en algunos casos. Debido a que el priapismo puede originarse en problemas de los vasos sanguíneos del pene, cualquier factor químico o físico producido por el propio cuerpo o recibido de fuera, puede incidir en la aparición de esta enfermedad. Entre las causas más frecuentes de priapismo están:
- Problemas sanguíneos como la anemia falciforme (también llamada drepanocitosis) o algunos tipos de leucemia pueden hacer que las células de la sangre cambien su forma y obstruyan los finos vasos sanguíneos del pene, haciendo que la sangre se acumule en exceso y no pueda ser retornada a la circulación corporal.
- Medicamentos vasodilatadores o agonistas adrenérgicos como algunos antidepresivos, antipsicóticos, anticoagulantes, antihipertensivos o fármacos que se inyectan directamente en el pene para tratar la disfunción eréctil, pueden ocasionar priapismo. El alcohol y otras drogas también pueden ser favorecer las condiciones para su aparición.
- Traumatismos en el pene o en el área pélvica en general pueden ocasionar que aumente el flujo de sangre en la zona y de origen a un priapismo de tipo no isquémico. Sucede con frecuencia durante las relaciones sexuales o golpes durante actividades deportivas.
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Trastornos neurológicos como la esclerosis múltiple o lesiones de la médula espinal o el encéfalo, también suelen causar desequilibrios en la normal función del sistema circulatorio del cuerpo y por ende, del pene (una zona que se caracteriza por tener una estrecha relación con este sistema).
Por otro lado, existen factores que si bien no dan origen como tal al priapismo, lo predisponen y aumentan el riesgo de desarrollarlo. Entre ellos se encuentran el uso de bombas de succión o aparatos para aumentar el tamaño del pene o retardar la eyaculación (anillos o vibradores), masturbación excesiva o algunas enfermedades de transmisión sexual como el sífilis o el VPH (virus del papiloma humano)
¿Cuál es la relación que existe entre el priapismo y medicamentos para la erección como el viagra, cialis o levitra?
Estos fármacos de venta con prescripción médica ayudan a producir erecciones potentes y duraderas gracias a que inhiben el mecanismo por el cual el pene retorna a su estado normal de flacidez después de eyacular, aumentando así el tiempo y la calidad de la erección.
Son fármacos completamente seguros, usados por millones de personas cada dia. No obstante, mal usados, sin supervisión médica (especialmente hombres jóvenes que los consumen indiscriminadamente), estos medicamentos conocidos como Viagra, Cialis o Levitra (sildenafilo, taladafilo o vardenafilo respectivamente) pueden producir erecciones excesivamente largas debido a una sobredosificación innecesaria. Se ha de respetar siempre las indicaciones de los profesionales médicos y no excederse en la cantidad de producto ingerido o aplicado (Caverject por ejemplo es en erecciones), ya que de lo contrario podría significar una visita a urgencias bastante desagradable. Incluso, con un abuso continuado, podrían aparecer cambios a largo plazo en la circulación sanguínea del pene, ayudando a predisponer a casos de priapismo a desarrollar disfunción eréctil (aun cuando no se padecía).

Síntomas y diagnóstico
El priapismo isquémico suele mostrar ciertas características que ayudan a diferenciarlo del no isquémico como lo son: dolor que aumenta paulatinamente (el segundo usualmente es indoloro) y erección marcada solo en el cuerpo del pene (siendo en el priapismo no isquémico, en toda la extensión el pene, incluyendo el glande, aunque no del todo rígido).
El cambio de coloración en la piel del pene ocurre en ambos tipos de priapismo como un claro indicio de hipoxia tisular (falta de oxigenación de los tejidos).
El diagnóstico del priapismo puede limitarse a un examen físico del pene (y las condiciones circulatorias en general como la tensión arterial o la frecuencia cardíaca) y una entrevista que ayude a determinar qué pudo ocasionar la alteración, como algún cambio de hábito sexual o el uso de ciertos fármacos.
Ya confirmado el diagnóstico del priapismo, el médico puede valerse de otras estrategias para conocer la causa del mismo, como por ejemplo, exámenes de gases en sangre (gasometría arterial y venosa), ecografía Doppler (para evidenciar el nivel de daño en los vasos sanguíneos del pene) o cavernosografía.

¿Cómo solucionar el priapismo? Tratamientos posibles
El manejo clínico del priapismo dependerá no solo de la gravedad, sino del tipo del mismo.
En el caso de un priapismo de tipo isquémico, el tratamiento va a corresponder con la administración de fármacos vasoconstrictores como la fenilefrina que ayudarán a reducir el estado de vasodilatación excesiva de los cuerpos cavernosos y disminuirá el edema. Aunado a esto, el médico puede realizar una aspiración manual que consiste en drenar el exceso de sangre en el pene con una jeringa.
Si el priapismo no cede ante estos tratamientos y ya han pasado más de 12 horas sin reducción aparente de la erección, el urólogo puede sugerir una intervención quirúrgica de emergencia que permita disminuir la presión intracavernosa.

Cirugia priapismo isquemico 01

Cirugia priapismo isquemico 02

Cirugia priapismo isquemico 03
Un priapismo de tipo no isquémico puede solucionarse con medidas que ayuden a restringir el flujo elevado de sangre hacían el pene, entre ellas están la aplicación de hielo en la zona genital o la compresión del perineo (por donde pasan arterias que llevan sangre hacia el pene).
En todo caso, el tratamiento debe ser una prioridad para el médico tratante debido a la gran cantidad de complicaciones que pueden desarrollarse a partir de esta alteración de la erección en el hombre.
Prótesis de pene: solución a la disfunción eréctil persistente tras un caso grave de priapismo
Una de las complicaciones más frecuentes a partir de un caso extremo de priapismo es la disfunción eréctil que puede llegar a limitar la vida sexual de muchos hombres. Sin embargo, no todo está perdido. Desde hace ya algunos años, se viene desarrollando una técnica quirúrgica que devuelve a estos hombres una mejoría notable en el desempeño sexual: la prótesis de pene.
La cirugía de implante de pene (o de prótesis de pene, como también es llamada) es una intervención quirúrgica recomendada en casos de disfunción eréctil en la que otros tratamientos convencionales (como los fármacos) han fracasado o no dieron el efecto esperado.
Esta cirugía tiene como propósito introducir un elemento semirrígido de materiales sinteticos especializados dentro del pene, desde su base, proporcionándole así firmeza a la hora del acto sexual y a la erección en sí.
El tratamiento de implante peneano suele ser muy seguro y con una alta tasa de éxito. Puede visitar nuestra website dedicada en exclusiva a ello para obtener más información. www.protesisdepene.es
¿Existe el priapismo femenino?
Aunque aún menos frecuente si cabe, el priapismo femenino es una patología del clítoris de la vagina, que cursa con inflamación y enrojecimiento por algunas horas, suele causar dolor y conlleva un riesgo considerable de hipoxia y necrosis tisular (muerte del tejido).
El clítoris es el equivalente femenino del glande, en los hombres y, al igual que el mismo, puede llegar a presentar una ligera erección durante ciertos estímulos sexuales debido a que está fuertemente irrigado y tiene a su vez, una gran cantidad de terminaciones nerviosas.
Se cree que ciertos medicamentos (especialmente vasodilatadores o tratamientos hormonales) influyen en la aparición de esta enfermedad en las mujeres.
También es considerado como una emergencia médica y no se debe andar buscando en Internet una solución a ello, más bien visitar el hospital para ser explorada en persona.

Consejos para un paciente que haya desarrollado esta enfermedad
Los consejos para un hombre que ha padecido priapismo van desde el monitoreo constante de la calidad y la duración de las erecciones del pene (debido a que se pueden presentar nuevos episodios) hasta disminuir las prácticas sexuales o el consumo de sustancias que predisponen a la aparición de esta enfermedad mientras se soluciona o rebaja el problema.
Seguir las indicaciones del médico que ha tratado con anterioridad su caso de priapismo es clave a la hora de prevenir posibles recaídas.
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Preguntas frecuentes sobre el Priapismo
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Si considera que una erección ha durado más de lo que debería durar (más de un par de horas, como mucho tres si ha tomado algún fármaco contra la impotencia), se vuelve dolorosa o persiste aún en ausencia de estímulos sexuales, debes sospechar de un problema de priapismo y es de vital importancia que asista cuanto antes a urgencias para que profesionales de la salud confirmen el diagnóstico y le den el tratamiento más acorde al caso.
No es momento para perder tiempo en pensamientos vergonzosos (¿se reirán de mí cuando busque ayuda?) o remedios caseros en Internet que podrían empeorar tu estado de salud y poner en peligro la integridad de tu pene. Hablamos de algo serio.
En el peor de los casos, el priapismo podría ocasionar daños casi irreparables en los tejidos del pene y las estructuras adyacentes (como el escroto o los testículos). La falta de irrigación sanguínea (que conlleva falta de oxígeno y otros nutrientes más, acúmulo de sustancias de desecho como el dióxido de carbono o el ácido láctico) puede desencadenar muerte de las células y gangrena.
En este caso, el tratamiento consiste en la amputación del pene. Afortunadamente, para que esto suceda, el priapismo debería durar más de 24 horas, tiempo más que suficiente para buscar ayuda médica.
No de forma directa. Ciertas infecciones de transmisión sexual (ETS) como la sífilis, el virus de papiloma humano o ciertos hongos, pueden llegar a inflamar las delicadas mucosas del pene (glande o prepucio) haciendo fácil confundirlas con un priapismo, especialmente cuando existe falta de conocimiento sobre las manifestaciones clínicas de estas patologías. De forma indirecta, sí que podrían predisponer la zona a desequilibrios sanguíneos.
En teoría, no existe una clara relación entre el priapismo y la aparición del cáncer de pene (de por sí con causa difícil de determinar).
Sin embargo, haber presentado un priapismo severo (acompañado con signos de necrosis de tejido) puede predisponer a que las células del pene alteren sus procesos normales, por lo que se debe tener un seguimiento continuo para evaluar que todo evolucione favorablemente.
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Autor
Dr. Natalio Cruz
El Dr. Natalio Cruz (Nº de colegiado: 414110833), con 25 años de experiencia médica, ha sido hasta 2016 Jefe de la Unidad de Andrología en el Servicio de Urología del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, Coordinador Nacional de Andrología de la Asociación Española de Urología (AEU) y Secretario General de la ESSM, cargos que ha delgado para centrarse de lleno en el ilusionante proyecto de ofrecer una consulta médica privada de alto nivel en Sevilla, Marbella, Madrid y Tenerife.