CLÍNICA PRIVADA PARA REALIZAR LA CIRCUNCISIÓN

Fimosis y circuncisión: todo lo que debes saber para tu operación

En muchos casos, la fimosis puede pasar inadvertida durante los primeros meses de edad del niño, disminuyendo la posibilidad de un tratamiento oportuno. Más tarde, en la edad adulta, también se hace necesario en algunos varones realizar esta sencilla intervención para solucionar problemas de infecciones y molestias recurrentes.

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Fimosis

Índice de contenido

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Definición

¿Qué es la fimosis? ¿por qué se produce?

La fimosis es la imposibilidad de retraer el prepucio en niños mayores de tres años. Al nacimiento, hay fimosis fisiológica debido a las adherencias naturales que existen entre el prepucio y el glande. Durante los primeros años de vida, el pene crece y los detritus procedentes de la descamación epitelial (materiales blanquecinos que se depositan en los repliegues de los órganos genitales externos, denominados esmegma) se acumulan debajo del prepucio, separándolo gradualmente del glande. Este mecanismo de separación está ayudado por las erecciones intermitentes del pene que hacen que el prepucio se pueda retraer completamente.

¿Qué produce la fimosis?

La fimosis puede originarse en tres condiciones mecánicas del prepucio: un estrechamiento exagerado de la punta del prepucio sobre el glande, una adhesión entre la capa interna del prepucio y la superficie del glande o en un frenillo corto que imposibilite la normal retracción del prepucio.

Síntomas y diagnóstico

Los síntomas de la fimosis en niños son principalmente la dificultad (o imposibilidad) que existe al intentar tirar hacia atrás la piel del prepucio por encima del glande del pene, y el abultamiento que se crea mientras el niño orina. Esto último dependerá más que todo, del grado de la fimosis, es decir, cuanto más complicado sea descubrir el glande por el “capuchón” (vulgarmente denominado “pellejo”) que lo recubre, más difícil será la salida del chorro de orina durante la micción.

En muchos casos, la fimosis puede pasar inadvertida durante los primeros meses de edad del niño, disminuyendo la posibilidad de un tratamiento oportuno. Suelen ser el dolor al orinar, la inflamación en el glande del pene y la presencia de esmegma (material blanquecino con un olor muy característico) los que dan advertencias sobre un posible caso de fimosis pediátrica.

Generalmente son los padres del niño con esta condición médica los primeros en notar estos problemas. Sin embargo, será una visita al médico especialista (pediatra o urólogo pediatra) por la cual se podrá confirmar el diagnóstico de fimosis y así, hallar el tratamiento más adecuado.

No se requieren, por tanto, exámenes de laboratorio ni imágenes de diagnóstico complementarias para la confirmación de un caso de fimosis, ya que la exploración visual por parte del especialista es suficiente.

Tipos diferentes de fimosis

La fimosis se clasifica de acuerdo al grado de estrangulamiento (o estenosis) del prepucio en:

Fimosis en punta
En la que el orificio que deja el prepucio sobre el glande es tan pequeño que apenas permite la salida de orina por el meato uretral externo. También puede darse el caso de una fimosis tan desarrollada que imposibilite la salida de orina, siendo esta, una emergencia urológica en neonatos.
Fimosis anular no retraíble
Es en la que la piel del prepucio, que rodea el orificio prepucial, está tan engrosada que no permite ni el más mínimo movimiento de retracción.
Fimosis anular
Es la misma que la anterior (piel del prepucio engrosada en forma de anillo alrededor del orificio prepucial) con la particularidad de que no está tan adherida como en la no retraíble, permitiendo un poco de retracción.

Además del grado de estrechamiento, la fimosis puede clasificarse de acuerdo al grado de retracción del prepucio en:

¿Qué es la parafimosis y en qué se diferencia de la fimosis?

La parafimosis es una patología que se presenta cuando un prepucio estrecho (como el que existe en la fimosis) pasa repentinamente sobre el glande, y se ubica detrás de él, produciendo una constricción mecánica en el cuerpo del pene, a modo de anillo.

Esta constricción del pene disminuye el riego sanguíneo en el glande y ocasiona problemas de hipoxia tisular (falta de oxígeno en las células) que, si no se tratan a tiempo, pueden desencadenar gangrena y destrucción del tejido.

Fimosis parafimosis diferencias 01

Fimosis parafimosis diferencias 02

El tratamiento de la parafimosis consiste en comprimir firmemente la punta del pene durante 10 minutos (para favorecer el retorno de la sangre estancada) y disminuir la inflamación, permitiendo así, llevar el prepucio a su posición original.

La parafimosis causa dolor intenso, inflamación marcada del glande y del prepucio y, en algunos casos, mareos y náuseas. Es considerada como una verdadera urgencia médica y se diferencia de la fimosis en que la constricción no ocurre sobre el glande (sino detrás del mismo) y que puede ocurrir en cualquier momento de la vida, generalmente luego de traumatismos o lesiones durante el coito.

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fimosis

Resumen del tratamiento

Le dejamos aquí un resumen del proceso aproximado desde la solicitud de cita, hasta recibir el alta médica tras el tratamiento, en alguno de nuestros centros de Madrid, Sevilla, Marbella o Tenerife.

Consultas necesarias

El diagnóstico de la fimosis es netamente clínico, por lo que con una consulta médica es suficiente para diagnosticarla. No se requieren otros estudios complementarios.

Tipo de tratamiento

Se pueden indicar algunas cremas antiinflamatorias para disminuir la inflamación del prepucio y facilitar su retracción. Si esto no funciona, se indica la cirugía ambulatoria

Resultado y tiempo de espera

Los resultados varían según el tratamiento. Con las cremas la fimosis podría resolverse en algunas semanas, pero con la cirugía el resultado es prácticamente inmediato.

Retomar la vida sexual

En los adultos, la recuperación de la cirugía incluye abstinencia sexual durante una semana como mínimo. El paciente puede ir al baño o tomar duchas, cuidando la herida.

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Técnicas y tratamientos

Tratamiento y solución a la fimosis

· Tratamientos quirúrgicos: La circuncisión no es la única opción ·

La circuncisión es una práctica quirúrgica habitual, mucho más entre ciertas culturas y comunidades religiosas (como los judíos o musulmanes) que consiste en la extirpación del prepucio de forma parcial o total, dejando expuesto al glande permanentemente. Es una intervención quirúrgica relativamente sencilla que puede, incluso, realizarse en los primeros meses de edad del niño. Aparte de la circuncisión, existen otras opciones quirúrgicas en el tratamiento de la fimosis:

La prepucioplastia consiste en una incisión longitudinal sobre la banda de constricción del prepucio, dejándolo prácticamente intacto. Es menos doloroso respecto a una circuncisión y conlleva menos tiempo de recuperación.
Una hendidura dorsal o superincisión consiste en una única incisión en la superficie superior del prepucio, desde la punta hasta la corona, exponiendo el glande y reduciendo a cero la eliminación innecesaria de tejido. Una hendidura ventral o subincisión también expone el glande pero por medio de una incisión del prepucio en su porción inferior, que va desde la punta del frenillo hasta la base del glande, esta intervención se realiza cuando la fimosis se acompaña de frenillo corto.

Fimosis técnica 01

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El tratamiento quirúrgico de la fimosis está indicado sólo después de que los métodos no quirúrgicos (que veremos a continuación) fallaron o fueron insuficientes. También, en casos en los que exista peligro inminente de pérdida de tejido (por necrosis celular) o estrechamiento total del meato urinario.

El Dr. Pedro López Pereira, reputado urólogo que ha tratado en su larga experiencia a cientos de niños en el Hospital de La Paz de la Comunidad de Madrid, es el titular de nuestra Unidad Pediátrica y la persona que realiza todas las intervenciones y el seguimiento de los resultados.

Existen formas no quirúrgicas de tratarla, y de hecho, deben ser prioridad
La fimosis puede tratarse sin necesidad de pasar por el quirófano; el método de elección es la aplicación tópica de corticosteroides en crema (como la betametasona al 0,05 por ciento, dos veces al día durante un periodo de dos a ocho semanas).

Estos fármacos actúan disminuyendo las respuestas inmunológicas de tipo inflamatorio en el sitio y mejorando la elasticidad de la piel con la síntesis de nuevas fibras elásticas y de colágeno, permitiendo la reducción progresiva de la fimosis.

Aunado a la aplicación de estas cremas o ungüentos, se prescriben ejercicios de estiramiento de la piel, que permitirán aumentar paulatinamente el grado de retracción del prepucio sobre el glande.

Complicaciones

Fimosis en niños pequeños: particularidades especiales complicaciones en la edad infantil

Las complicaciones más frecuentes de la fimosis en pacientes pediátricos (ya sean recién nacidos, bebés o menores) incluyen el dolor al orinar debido a inflamaciones del glande o disminución del tamaño de la abertura de la uretra (meato uretral externo) por donde es expulsada la orina, la balanitis o inflamación del surco balano – prepucial (ubicado entre el glande y el sitio donde se inserta la piel del prepucio al pene) por depósito de esmegma y otros detritus celulares, lo que aumenta el riesgo de infecciones de las vías urinarias.

También, una estrechez del prepucio sobre la punta del pene (fimosis) puede determinar la aparición de parafimosis, una complicación potencialmente grave y ya explicada con anterioridad.

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complicaciones

Fimosis en adultos: Particularidades especiales complicaciones en la edad adulta

Casi el 99% de los problemas de fimosis se solucionan antes (o durante) el periodo de adolescencia, esto debido al inicio de prácticas sexuales como la masturbación o al mismo crecimiento de los genitales externos.

Aunque infrecuentes, los casos de fimosis persistentes en la adultez pueden generar problemas serios como dificultades para mantener una erección o molestias al momento del coito; un prepucio poco elástico puede lastimarse y ocasionar dolor, inflamarse o, en el peor de los casos, causar pequeños desgarres.

Otra complicación de las fimosis en individuos adultos es el incremento del riesgo de contraer infecciones en el área genital, más específicamente infecciones por hongos o bacterias, causantes de comezón, mal olor y ardor al orinar.

· Diferencias entre adultos y niños ·

La principal diferencia entre la fimosis en un niño, con respecto a la de un adulto radica en que son más fáciles de tratar y tienen menos probabilidad de desarrollar complicaciones.

Además, las intervenciones quirúrgicas destinadas a disminuir las fimosis (de por sí poco complejas) tienen una mejor evolución en pacientes pediátricos.

Cabe resaltar llegados a este punto, que hay algunos adultos que desean, por motivos estéticos (y no médicos) realizarse la circuncisión pues les agrada más la apariencia de un pene circuncidado. Es una elección como cualquier otra, pero que por supuesto no cubre la sanidad pública, debe realizarse en el ámbito de un Centro privado como es el caso de nuestros centros Andromedi de Madrid, Sevilla, Marbella y Tenerife.

Preguntas frecuentes en los centros Andromedi de Madrid, Sevilla, Marbella y Tenerife

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¿Cómo sé si yo o mi hijo padecemos fimosis?

Si tienes un hijo varón de unos dos o tres años de edad (quizás tenga unos años más o unos años menos) y percibes que siente molestias al orinar, tiene inflamado el área del glande o hay dificultad para retraer el prepucio, puede que tu hijo padezca de fimosis. Estos síntomas pueden hacerse visibles aún en la etapa de adolescencia.

O bien, eres tú el que presenta problemas a la hora de tener relaciones sexuales (sientes dolor durante el coito), sufres de recurrentes infecciones urinarias o simplemente te cuesta descubrir la cabeza del pene, eres uno los pocos casos de fimosis que persisten en la edad adulta.

Ante cualquier caso, lo idóneo es recurrir a un médico especialista, acorde a la edad (un pediatra para tu hijo o un urólogo/andrólogo para ti).

¿La fimosis afecta la fertilidad?

Puedes estar tranquilo por el futuro de tu bebé, que no existe una asociación directa entre la presencia de fimosis y problemas de fertilidad; en teoría, un problema de los genitales externos masculinos (fimosis) no debería producir merma en el proceso de espermatogénesis (en el que se producen los espermatozoides), dentro de los testículos.

No obstante, de forma muy indirecta, una fimosis de tipo absoluta podría dificultar de alguna u otra manera una normal eyaculación, y por ende, una eventual fertilización.

¿Hay alguna edad idónea para realizarla?
  Hasta ahora, los especialistas mantienen el consenso de que, las intervenciones quirúrgicas y los tratamientos no quirúrgicos destinados a reducir o eliminar los problemas de fimosis, tienen una mayor tasa de éxito en pacientes pediátricos. Asimismo, el paso de los años (por ejemplo, en una fimosis persistente en la vida adulta) podría agravar la fusión del prepucio con el glande, dificultando el tratamiento. Es importante  para que el tratamiento sea oportuno y tenga mayor nivel de efectividad.
¿La fimosis afecta el tamaño del pene?

Tampoco existe una relación directa entre el tamaño del pene y la presencia de fimosis, sin embargo, poseer un prepucio corto, poco retraíble o muy estrecho, podría disminuir un par de centímetros de longitud.

Sucede con frecuencia que, luego de intervenciones quirúrgicas de fimosis (o con el uso con esteroides tópicos), el pene puede presentar un ligero y aparente aumento de tamaño.

Aunque extremadamente raros, también nos han llegado casos opuesto a nuestra consulta de Sevilla: que tras una operación el pene se acorte en algún centímetro y la tirantez existente en la erección evidencie que los puntos de sutura se han practicado en un lugar erróneo (poco natural) que debe ser corregido mediante faloplastia (principalmente mediante pequeños injertos que rebajen la tensión en los tejidos). Este tipo de casos ya son más cercano a la negligencia médica, y como decimos es muy poco usual.

¿Cuánto tiempo dura el postoperatorio y cuándo se puede hacer vida normal?

El periodo de recuperación de una circuncisión (y del resto de intervenciones quirúrgicas para tratar la fimosis) suele ser, cuando mucho, unos 10 días. Esto es, el tiempo que tarda la herida en sanar y absorber (caerse) los puntos de sutura.

En ese periodo de tiempo, lo recomendable es no realizar actividades físicas intensas (como salir a correr o montar en bicicleta) ni tener relaciones sexuales con penetración para prevenir que la herida se abra nuevamente y debas repetir el proceso (sin contar que sería muy doloroso).

¿Se pueden tener relaciones sexuales teniendo fimosis?

Puedes tener relaciones sexuales con penetración siempre y cuando conozcas bien tu cuerpo y los límites a los que puedes llegar, de lo contrario, podrías lesionarte el prepucio o el mismo glande.

Muchos hombres con fimosis no tratadas tienen una vida sexual activa sin problemas. Una adecuada lubricación es indispensable a la hora de una relación sexual, y puede que aún más en este caso.

¿Es lo mismo la fimosis que el frenillo corto?

No, el frenillo corto (también conocido como frenillo breve) es una condición que se produce cuando el frenillo, una banda de tejido que conecta la porción ventral del prepucio con el glande, tiene una longitud corta o es poco elástico y por esa razón, es difícil retraer el prepucio.

En muchos casos, el frenillo corto puede ir acompañado de fimosis agravando a este último. El tratamiento más utilizado corresponde a una intervención quirúrgica: la hendidura ventral o subincisión.

¿Se recomienda realizar circuncisión por balanitis o balanopostisis?

La balanitis (inflamación del glande) y la balanopostisis (inflamación del glande y el prepucio) son afecciones que en la mayoría de los casos tienen causas infecciosas, es decir, producidas por hongos o bacterias. Estas enfermedades inflamatorias del glande (y del prepucio) también pueden originarse en traumatismos o lesiones.
Por ende, el tratamiento suele corresponder a antibióticos en pomada/crema u orales.

Una circuncisión (extirpación quirúrgica del prepucio) por tanto no tendría efectos relevantes en tratamiento de una balanitis o una balanopostisis causadas por infecciones. A menos de que esta cirugía pueda reducir la compresión de estas estructuras anatómicas producidas por un prepucio estrecho, propio de los casos más crónicos de estas enfermedades.

¿Por qué realizarlo en un centro médico privado en lugar de en la seguridad social?

Las ventajas de realizar este tipo de intervenciones quirúrgicas en centros médicos privados en contraposición a los centros de salud de la sanidad pública, son los cortos tiempos para llevar llevar a cabo el tratamiento (alrededor de 24/48 horas, mientras que en los de la Seguridad Social podrían pasar semanas o meses antes de comenzar) y la calidad del tratamiento, no sólo desde el punto de vista médico, sino también desde el punto de vista estético, sobre todo en casos en los que haya que recurrir a la cirugía.

Asimismo, en un centro médico privado podrán brindarte una atención más personalizada, confidencial y adaptada tus necesidades.

¿Tiene ventajas una circuncisión parcial frente a una total? ¿Cuándo se indica cada una de ellas?

Una circuncisión es parcial cuando en esta no se corta de manera total el prepucio, dejando una pequeña porción recubriendo al glande, o bien, hablamos de que es total cuando se retira todo el prepucio, dejando al glande completamente expuesto.

Sin embargo, se considera que la circuncisión total es mejor con respecto a la parcial ya que existe menor riesgo de desarrollar un anillo fibrótico con el tiempo alrededor del glande.

Sea cual fuere el caso, existen criterios clínicos y estéticos destinados a elegir la mejor opción de forma individualizada, pues cada caso es particular y hemos de tratarlo en consulta con la profundidad y el detenimiento que merecen.

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