Erección débil o disfunción erectil en jóvenes: causas y soluciones permanentes.

Es cierto que el riesgo de padecer disfunción eréctil aumenta con la edad, pero los problemas de erección en jóvenes, son relativamente frecuentes. Los estudios han revelado que hoy en día, hay...

La disfunción eréctil (DE) se define como una incapacidad constante o recurrente para lograr y/o mantener una erección del pene suficiente para la satisfacción sexual. Cuando se habla de disfunción eréctil, lo primero que nos viene a la mente es que el afectado es un hombre sobre los 50 años. Aunque es un estereotipo muy marcado, la realidad es un tanto diferente, pues, la disfunción eréctil en jóvenes es un hecho.

Es cierto que el riesgo de padecer disfunción eréctil aumenta con la edad, pero los problemas de erección en jóvenes, son relativamente frecuentes. Los estudios han revelado que hoy en día, hay más hombres jóvenes que declaran padecer disfunción eréctil (DE) que en décadas y generaciones anteriores. Esto no debería interpretarse como un aumento orgánico de los casos de DE, sino más bien como un aumento en su diagnóstico.

Se cree que este aumento en el diagnóstico podría estar dado por una mayor concienciación sobre la DE y sus tratamientos, lo que brinda más confianza al paciente y facilita su decisión de pedir ayuda médica.

¿Es algo normal un joven con problemas de erección?

Según un estudio en el que participa la Asociación Española de Andrología, Medicina Sexual y Reproductiva, en España la prevalencia de DE es del 25 al 30%, ligeramente superior al 20% estimado en 2001 y estiman que podría alcanzar el 42% para 2025.

Describir la epidemiología de la disfunción eréctil en jóvenes de 18, 20, 25 o 30 años requiere, en primer lugar, definir qué se entiende por juventud. Teniendo en cuenta que la mayoría de los estudios epidemiológicos sobre poblaciones generales destinados a estudiar los cambios de salud con la edad, incluyen a hombres de más de 40 años, parece razonable definir la edad joven como inferior a los 40 años.

Los estudios epidemiológicos sobre la función eréctil, que relacionan la DE con la edad, constatan sistemáticamente un aumento importante de casos con el envejecimiento. La edad avanzada sigue siendo uno de los factores de riesgo no modificables más importantes para la DE. En un estudio mundial de la Universidad de Rutgers, en el que participaron más de 27.000 hombres de ocho países (incluida España), mostró una prevalencia de DE del 8% entre hombres de 20 a 29 años y del 11% entre los de 30 a 39 años.

Entre todas las posibles afecciones vasculares, la fuga venosa, también conocida como disfunción venooclusiva peneana, es la principal causa de problemas de erección en jóvenes…

En otro análisis más centrado en Europa, y en el que se incluyeron más de 3000 hombres menores de 40 años, se demostró una prevalencia del 14,1%. Sin embargo, durante los últimos 6 años los autores reportaron un aumento progresivo de consultas por DE en este mismo grupo etario. Según estos datos, la DE se está convirtiendo en una preocupación común incluso entre los jóvenes.

Es de vital importancia que los jóvenes se sientan libres y confiados de comunicar el problema con alguien (con sus padres, hermanos, parejas, maestros, tutores, profesionales, etc.) ya que en nuestra experiencia en consulta es algo que suelen llevar en silencio, absolutamente avergonzados de lo que les sucede. La incomunicación, además de empeorar el problema (aparece ansiedad, estrés, etc.) puede provocar un empeoramiento de su carácter y comportamiento, llegando a afectarles de manera acusada en sus relaciones sentimentales o de amistad e incluso en su trabajo o estudios.

Causas de la disfunción eréctil en jóvenes: componentes patogénicos

La disfunción eréctil se ha considerado durante mucho tiempo un problema principalmente psicológico. En consecuencia, hasta que se introdujeron los inhibidores de la fosfodiesterasa tipo 5, el psicoanálisis y la terapia cognitivo-conductual eran la única opción para tratar la DE. No obstante, en las últimas décadas, se ha reconocido que la DE es una consecuencia clínica de varios fenómenos orgánicos diferentes, destacando entre todos, la importancia de la salud vascular.

Ahora se sabe que la disfunción eréctil es un trastorno multidimensional derivado de la interacción entre diferentes componentes: los procesos orgánicos, las circunstancias de la relación y el estado psicológico. Incluso cuando sólo uno de estos componentes se ve afectado en el desarrollo inicial de la alteración eréctil, con el tiempo aparecerán los otros, empeorando aún más la DE.

Fuga venosa

Los problemas con los vasos sanguíneos o enfermedades vasculares, son la causa más común de la disfunción eréctil. Entre todas las posibles afecciones vasculares, la fuga venosa, también conocida como disfunción venooclusiva peneana, es la principal causa de problemas de erección en jóvenes, una patología que afecta a las venas del pene.

Los vasos sanguíneos son esenciales en el mecanismo de las erecciones. Cuando un hombre se excita, las arterias del pene se dilatan para permitir que el impulso de sangre fluya, haciendo que la erección sea firme.

Sin embargo, para mantener la rigidez de la erección, la sangre debe permanecer en el pene hasta que el hombre eyacule. Para conseguirlo, las venas se contraen logrando atrapar la sangre en su interior, lo que se conoce como venooclusión. Una vez que el hombre alcanza el clímax, o la estimulación sexual finaliza, las venas vuelven a abrirse, haciendo que la sangre retorne hacia el cuerpo.

Si la venooclusión no es efectiva, es decir, si las venas no se contraen lo suficiente, la sangre se “fugará” de vuelta al cuerpo, ablandando la erección. Es lo que se conoce como fuga venosa (en Internet puede que lo encuentres por “venous leak”, su acepción inglesa). Cuando esta es la causa de la DE, los hombres refieren que pueden conseguir una erección firme al principio, pero que gradualmente va perdiendo la firmeza. Los pacientes jóvenes suelen referir cosas como:

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Ansiedad, estrés, expectativas… el componente psicológico

La asociación entre los trastornos psiquiátricos y la DE, es bien conocida. La evidencia científica de estudios clínicos demuestra una asociación transversal entre los síntomas depresivos y la disfunción eréctil. Además, la depresión se asocia significativamente con un mayor deterioro de la función eréctil.

De hecho, según un documento de consenso entre la Asociación Española de Andrología, la Asociación Española de Urología y otras diez sociedades del gremio médico español, al menos el 90 y 60% de varones con depresión grave y moderada, respectivamente, reportaron sufrir de disfunción eréctil.

En otro análisis en el que participaron casi 3.500 hombres con edades comprendidas entre los 18 y los 48 años, se demostró que la ansiedad también desempeña un papel importante y que la disfunción eréctil es significativamente menos frecuente en los hombres, con una vida sexual más duradera, lo que subraya el papel positivo de la experiencia sexual y la confianza en uno mismo.

Problemas de pareja… el componente relacional

La asociación entre la DE y el deterioro de la relación de pareja está bien documentada. Los hombres que consultan por disfunción eréctil o que refieren tener una erección débil, también refieren tener problemas de pareja. Es fácil entender que un problema de disfunción eréctil puede causar dificultades en la relación. Sin embargo, lo inverso también es posible, es decir, los problemas en la relación podrían causar una erección débil en jóvenes o una disfunción eréctil ya instalada.

No obstante, un ensayo clínico aleatorio llevado a cabo en el Hospital Carlos Haya, de España, ha comprobado que el tratamiento de los problemas de erección, no solo mejora la función sexual del hombre de forma aislada sino la función sexual de la pareja y la satisfacción femenina. Idénticos resultados se observaron tanto en el tratamiento farmacológico con inhibidores de la fosfodiesterasa, como en el tratamiento combinado con terapia sexual cognitiva conductual.

Uso (o más bien abuso) de drogas

Las causas tóxicas y medicamentos adquieren un papel relevante en la etiología de la disfunción eréctil. Como este artículo se centra en los jóvenes, dejaremos de lado medicamentos como los antihipertensivos y las estatinas y nos enfocaremos en las drogas psicotrópicas.

Diagnóstico de un problema eréctil en pacientes adolescentes y hombres jóvenes

Inicialmente será necesario que el paciente acuda a consulta con un urólogo o andrólogo, quien le hará algunas preguntas para ponerse al corriente de la situación y para evaluar el estado psicológico del paciente. Posteriormente realizará un examen físico completo que incluirá una exploración detallada del pene y los testículos, y la sensibilidad de sus nervios. El médico podrá solicitar análisis de sangre para determinar los niveles hormonales. Y en algunos casos se solicita análisis de orina.

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Tengo erecciones débiles ¿Cuándo debo preocuparme y buscar ayuda?

Para hacer el diagnóstico de disfunción eréctil en jóvenes, no es necesario un método muy avanzado ya que se basa en las experiencias del paciente. Para ello, el médico cuenta con distintas herramientas que probadas científicamente permiten realizar el diagnóstico con tan solo unas preguntas. En la consulta de Andromedi, el instrumento más usado es el Índice Internacional de Función Eréctil (IIEF).

Se trata de un indicador fiable de la calidad de las erecciones del pene. Este test tiene un alto grado de utilidad médica para diagnosticar y monitorear los problemas de la erección del pene y, de los cuales, el problema más importante es la disfunción eréctil.

El test es bastante sencillo, e incluso puede ser realizado desde casa por el propio paciente. Consta de una serie de preguntas básicas que abordan las principales características de las erecciones del pene. Sin embargo, para diagnosticar la fuga venosa o la disfunción venooclusiva peneana, son necesarios métodos más especializados e invasivos, aunque con altos niveles de sensibilidad y especificidad.

Ecografía Doppler

Los pacientes con disfunción eréctil orgánica deben ser examinados con un análisis del flujo sanguíneo mediante una ecografía Doppler. Es un procedimiento que utiliza ondas sonoras para mostrar cómo entra y sale la sangre del pene. Para realizar esta prueba el pene debe estar en erección, lo que se logra mediante una estimulación farmacológica directa con una inyección intracavernosa de prostaglandina E1.

No obstante, esta es una técnica más de cribado que confirmatoria. Si los resultados de la prueba son compatibles con una fuga venosa es necesario confirmar el diagnóstico con alguna de las siguientes pruebas.

Cavernosometría

Con esta prueba, el médico puede medir la presión en el pene durante una erección para determinar el grado de fuga venosa. La cavernosometría se utiliza con menos frecuencia, normalmente en hombres que ya se han sometido a una ecografía Doppler. Al igual que en la ecografía, la cavernosometría requiere una estimulación farmacológica con la inyección intracavernosa de prostaglandina E1, para obtener una erección rígida.

Posteriormente, se inyecta un líquido en el pene con determinadas velocidades y presiones para obtener información sobre los cambios de presión dentro de los cuerpos cavernosos durante la erección del pene.

Cavernosografía

La cavernosografía es una técnica que consiste en la inyección en el pene de un material radiopaco (que puede verse con rayos X), tras lo cual la exploración con rayos X, permite visualizar con precisión el tejido eréctil del pene y detectar cualquier posible fuga.

Es algo similar a la cavernosometría, pero en este caso el líquido que se inyecta en los cuerpos cavernosos es un medio de contraste, de modo que, por medio de los rayos X se evidencie la posible fuga de este líquido a través de las venas.

Además, la cavernosografía permite no solo hacer el diagnóstico sino también identificar los sitios potenciales de la fuga venosa:

  1. Vena dorsal profunda.
  2. Venas cavernosas.
  3. Venas pudendas internas.
  4. Plexo periprostático.
  5. Venas pudendas externas.
  6. Venas ilíacas.

Cavernosografía por tomografía computarizada

Es una de las técnicas más completas y que ofrece un panorama más detallado del sistema vascular del pene, ya que, permite demostrar morfológicamente la fuga de las venas del pene. Mediante un software, se reconstruyen las imágenes de tomográficas para obtener una representación de tridimensional de las venas del pene, la vena crural, el plexo venoso periprostático, las venas pudendas y el drenaje en las venas ilíacas o femorales dejando al descubierto hasta el mínimo detalle de cualquier posible fuga.

De igual forma, proporciona información importante para el tratamiento quirúrgico o endovascular. En consecuencia, la cavernosografía por TC (angio-TAC 3D) es muy beneficiosa para el diagnóstico de la enfermedad venooclusiva y la selección de pacientes para el tratamiento quirúrgico o endovascular. Es como si creáramos un “mapa de carreteras”, donde acudir luego en la sala de operaciones.

Tratamiento de la disfunción eréctil en jóvenes

La erección del pene es un episodio neurovascular complejo que precisa de un adecuado medio hormonal y que implica la dilatación de las arterias, la relajación del músculo liso del pene y la activación del mecanismo venooclusivo.

La función eréctil requiere, por tanto, la participación y coordinación, de factores psicológicos, neurológicos, hormonales, y vasculares que, dependen del buen estado del órgano efector. En otras palabras, es un proceso multifactorial. Cualquier alteración o anomalía de alguno de estos factores puede ser suficiente para causar disfunción eréctil.

El escalonamiento del tratamiento, es un algoritmo que recoge todos los aspectos de un abordaje óptimo para el tratamiento de la DE. La filosofía de este concepto se basa en ir desde lo más simple hasta lo más invasivo. El tratamiento se iniciará con las opciones más básicas y si estas no resuelven el problema, se irá subiendo de escalón progresivamente.

Primer escalón: Modificaciones al estilo de vida

Una vez establecido un diagnóstico de la DE, y siguiendo el mencionado algoritmo, nos encontramos con que la primera actuación tiene que ver con los estilos de vida, hábitos tóxicos y factores de riesgo modificables. Las modificaciones del estilo de vida, cómo hacer más ejercicio y llevar una dieta más sana, pueden ayudar a controlar factores subyacentes como la diabetes y las enfermedades vasculares.

Segundo escalón: Medicamentos orales

En el segundo escalón, además de los fármacos de primera línea, como los inhibidores de la fosfodiesterasa tipo 5, se incluye el consejo y la educación sexual del paciente y su pareja, lo que apunta a la valoración del contexto en que aparece la DE.

Inhibidores de la fosfodiesterasa 5

La viagra, conocida también con el nombre genérico de sildenafilo, se desarrolló para tratar la hipertensión arterial, pero no fue tan eficaz en los ensayos clínicos. Sin embargo, sí fue efectiva para otras cosas: los hombres que lo tomaron tuvieron más erecciones. Aprobado por la FDA en 1998, el sildenafilo fue el primer medicamento oral aprobado para tratar la disfunción eréctil en Estados Unidos.

Durante una erección, las sustancias químicas del cuerpo hacen que los tejidos del pene se relajen. Como resultado, la sangre fluye hacia el pene y queda atrapada. Finalmente, la sangre se libera, la erección disminuye y el flujo sanguíneo en el pene se normaliza.

La Viagra actúa bloqueando la fosfodiesterasa, una enzima del organismo que descompone las sustancias químicas responsables de las erecciones. Cuando se bloquea esta enzima, estas sustancias químicas no se descomponen y, en consecuencia, los tejidos del pene permanecen relajados y llenos de sangre.

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Tercer escalón: Medicamentos intrauretrales o intracavernosos

El tercer escalón serían los fármacos intrauretrales, como la prostaglandina E1 en forma de supositorio con un dispositivo para aplicarlo. Sin embargo, es un producto que no está comercializado en España. Además sus resultados en comparación con otros fármacos, son pobres y, por ello, son conocidos como tratamiento de segunda línea.

Al mismo tiempo, los inyectables como pueden ser Caverject© son prácticamente el último intento (a veces desesperado) para conseguirlo.

Cuarto escalón: Cirugía

Si la DE todavía no está resuelta o existe insatisfacción con el tratamiento, el siguiente escalón es la cirugía. La cirugía vascular se reserva para pacientes muy jóvenes, afectados por una lesión obstructiva de la arteria peneana o pudenda y que no tengan ningún factor de riesgo cardiovascular.

No obstante, tomando en cuenta que la principal causa de la disfunción eréctil en jóvenes es la disfunción venooclusiva peneana o fuga venosa, en estos casos la opción quirúrgica disponible es la cirugía venosa.

Tratamiento quirúrgico de la fuga venosa: micro-cirugía de ligación selectiva de vasos dañados

La cirugía venosa fue tremendamente popular en las décadas de los 80 y 90, pero ha sido casi totalmente abandonada por su falta de eficacia. Una revisión detallada de las pruebas científicas disponibles, demuestra que los resultados quirúrgicos son inconsistentes y subóptimos. Sin embargo, en casos muy específicos esta cirugía todavía se realiza.

En caso de que se confirme positivamente la disfunción venooclusiva, incluida su demostración morfológica en la cavernosografía por TC. Este tratamiento quirúrgico consiste en la ligadura de algunas venas del pene (la dorsal profunda y de las posibles colaterales). Sin embargo, el tratamiento quirúrgico es bastante invasivo y suele ser necesario realizarlo en un quirófano bajo anestesia general. Las tasas de éxito a largo plazo de la cirugía venosa están en el orden del 25%.

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Alternativa a la cirugía venosa: Tratamiento endovascular

El tratamiento endovascular con enfoque anterógrado se considera un método de tratamiento seguro y eficaz, aunque en nuestra experiencia en los centros Andromedi de Madrid, Sevilla, Marbella y Tenerife es una alternativa con resultados un poco menos regulares que la cirugía venosa guiada por AngioTAC-3D

El objetivo de este tratamiento es embolizar las venas con disfunción veno-oclusiva. La embolización es un procedimiento en el que se utilizan partículas, como esponjas de gelatina o partículas minúsculas, para impedir el flujo en un vaso sanguíneo.

El procedimiento suele realizarse en un área estéril, pero no necesariamente en un quirófano. El paciente se prepara y se cubre en posición supina. A diferencia de la cirugía, no es necesaria la anestesia general, por el contrario, solo se administra anestésico local. Guiado por ultrasonido, se realiza la punción de la vena dorsal profunda con una aguja especial. Tras confirmar la fuga y la vena defectuosa, se inicia la embolización utilizando un compuesto llamado Histoacryl de Braun y aceite metilado.

En algunos casos, puede ser necesaria la sedación durante la intervención, además de la medicación para el dolor. Según el Instituto Nacional de Bioestructuras y Biosistemas de Roma, además de ser una técnica menos invasiva, a diferencia de la cirugía venosa (25% de éxito) el tratamiento endovascular ha llegado a reportar tasas de éxito entre el 86 y 97%.

Conclusiones

Los problemas de erección en jóvenes no son un mito, es un problema real que afecta a muchos jóvenes y sin duda, merece ser tomado en cuenta. Aunque existen muchas causas de DE, la principal causa de una erección débil en jóvenes es la fuga venosa o disfunción venooclusiva peneana, una condición en la que las venas del pene no se cierran lo suficiente y hacen que parte de la sangre que mantiene la erección, se filtre hacia el resto de la circulación.

La disfunción eréctil en jóvenes tiene cura, de hecho, tiene múltiples opciones de tratamientos que van desde modificaciones del estilo de vida, educación sexual, medicamentos y en caso de ser necesario, cirugía. Cada paciente es único, por lo que su abordaje terapéutico también lo será. Es el urólogo o andrólogo quien, de acuerdo a la evaluación y las pruebas realizadas, decidirá la mejor conducta médica para el paciente.

El tratamiento endovascular es un enfoque prometedor que se utiliza cada vez más en pacientes jóvenes con problemas de erección por fuga venosa. El tratamiento endovascular con embolización de las fugas venosas es mínimamente invasivo y puede constituir una alternativa segura al tratamiento quirúrgico. Sin embargo, se necesitan más estudios para determinar más adecuadamente su papel en el complejo marco de las múltiples causas de la disfunción eréctil.

Si tienes dudas o necesitas ayuda de un profesional, todos los especialistas de Andromedi están preparados para atenderte. Puedes agendar una cita en cualquiera de nuestros centros (Madrid, Tenerife y Sevilla) o podemos atenderte mediante video-consulta desde la comodidad de tu hogar.

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Referencias médicas y Bibliografía

BLOG ANDROMEDI

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Autor

Dr. Natalio Cruz


El Dr. Natalio Cruz (Nº de colegiado: 414110833), con 25 años de experiencia médica, ha sido hasta 2016 Jefe de la Unidad de Andrología en el Servicio de Urología del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, Coordinador Nacional de Andrología de la Asociación Española de Urología (AEU) y Secretario General de la ESSM, cargos que ha delgado para centrarse de lleno en el ilusionante proyecto de ofrecer una consulta médica privada de alto nivel en Sevilla, Marbella, Madrid y Tenerife.

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