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Un trastorno muy frecuente con diferentes soluciones.
La eyaculación precoz es uno de los trastornos sexuales masculinos más frecuentes, junto con problemas de erección. Se puede presentar con problemas de erección o sin problemas de erección.
Hay dos tipos de eyaculador precoz : El que ha tenido una eyaculación precoz primaria, de toda la vida, desde las primeras relaciones sexuales siempre ha eyaculado de forma rápida o prematura y aquel que es de forma secundaria, es decir un hombre que tenía una eyaculación normal pero que con el paso del tiempo esa eyaculación se va haciendo cada vez más rápida hasta el punto de convertirse en eyaculación precoz.
El eyaculador precoz es un hombre que eyacula después de haber penetrado en menos de un minuto y en función de cómo se esté manifestando, tendremos que ver en consulta si hay algún factor físico que lo esté condicionando y ponerle un tratamiento. Entre los tratamientos más efectivos son la combinación de tratamiento médico con terapia sexologica o psicológica.
Aunque las deformidades del pene son comunes rara vez son patológicas. No obstante, se calcula que entre el uno y tres por ciento de todos los hombres en edad reproductiva padecen de enfermedad de Peyronie.
Existen grupos de hombres con mayor predisposición a la enfermedad como los mayores de 70 años de edad (6,5 por ciento tiene curvatura de Peyronie) o los que padecen patologías prostáticas (8,4 por ciento).
Los estudios de prevalencia de enfermedad de Peyronie suelen ser difíciles de documentar dado la escasa información de interés clínico aportada por los relativamente pocos pacientes que buscan ayuda médica.
Los tratamientos homeopáticos para la enfermedad de Peyronie (como la calcárea fluorica, causticum, chelidonium compose y el tuberculinum) no están claros ni siquiera entre los propios homeópatas y además, no han sido documentados y evidenciados científicamente lo suficiente como para ser considerados eficaces y seguros. En nuestro criterio, los mejor es recurrir a un médico urólogo/andrólogo calificado ante cualquier deformidad o molestia en el pene.
Las populares bombas de vacío para el pene pueden resultar peligrosas si el paciente padece de enfermedad de Peyronie debido a que el aumento exagerado de volumen de sangre en los cuerpos cavernosos podría ocasionar dolor y favorecer que el proceso fibrótico avance y crezca.
Lo mejor es no utilizar este tipo de dispositivos si se padece de cualquier alteración morfológica del pene sin supervisión médica.
Las cremas o ungüentos con verapamilo pueden estimular la síntesis de enzimas como la colagenasa endógena (es decir, producida por el mismo organismo) en el sitio de aplicación.
Recordemos que la colagenasa es una enzima catalítica que destruye el exceso de fibras de colágeno. Al aplicar un fármaco de este tipo, se incrementa la síntesis de la enzima y se disminuye la cicatriz fibrosa que produce directa o indirectamente la curvatura del pene.
En Internet pueden encontrarse cientos de miles de técnicas caseras para tratar enfermedades como la de Peyronie con remedios en base a plantas y sustancias obtenidas de ellas.
No obstante, estos remedios no han sido comprobados científicamente en base a parámetros aceptados de seguridad y confianza, por lo que no es recomendable realizarlos. Las consecuencias podrían ser peores que el estado de la enfermedad actual.
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