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Si la balanitis o la balanopostisis no llegaran a ser tratadas adecuada y oportunamente, existe una gran posibilidad de desarrollar cuadros más graves como ulceración de los tejidos, gangrena o necrosis tisular, obstrucciones urinarias y cáncer de pene.
La balanitis crónica (un evento excepcional pero probable) puede desencadenar mecanismos fisiopatológicos y dar origen a cáncer de pene, por mucho la complicación más temida y difícil de tratar.
Se calcula que aproximadamente el 45 por ciento de los hombres con carcinoma epidermoide (un tipo de cáncer de pene) padecieron balanitis o balanopostisis al mínimo una vez en el pasado.
Los síntomas inflamatorios y las molestias causadas por balanitis o balanopostisis suelen agravarse con relaciones sexuales debido a dos razones.
La primera, es la fricción que se genera con el roce de superficies como en el coito o la masturbación. La segunda es más una razón higiénica debido a que los fluidos corporales de los genitales pueden mantener la infección o en algunos caso, contagiar a la pareja sexual.
La duración de la abstención sexual dependerá de varios factores como la gravedad de la inflamación, la fase en que se encuentre y algunos otros factores.