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La hidronefrosis es una enfermedad de los riñones en la cual existe una dilatación del sistema colector producida por una eliminación urinaria deficiente.
Este problema puede producirse por causas mecánicas (como una obstrucción en las vías urinarias, reflujo vesicoureteral, cálculos renales…) o por causas fisiológicas (infecciones del tracto urinario) que producen a la larga, compresión del parénquima renal y atrofia del mismo, es decir, se hace menos funcional.
La hidronefrosis debe ser tratada médicamente para evitar que esta evolucione hasta la insuficiencia renal crónica.
No existe un régimen dietético propio para los niños (o pacientes en general) con reflujo vesicoureteral, no obstante, una dieta con alto consumo de agua ayudará a mantener una producción de orina hipoosmótica, lo que mantendrá a raya a muchas de las infecciones de las vías urinarias.
También se aconseja disminuir el consumo de café y refresco debido a que los mismos pueden irritar las paredes de las vías urinarias y ocasionar molestias al orinar.
Observaciones hechas a pacientes pediátricos con RVU han demostrado que existe una clara relación entre el factor familiar o genético y la aparición de la enfermedad, por ejemplo, la incidencia entre hermanos tiene una probabilidad del 27 por ciento y la incidencia entre padres e hijos asciende a 36 por ciento.
No obstante, estos factores podrían prevenir al obstetra o médico pediatra a la hora de iniciar un monitoreo a la enfermedad y los tratamientos más acordes.
Se calcula que entre el uno y tres por ciento de los niños, padecen de algún tipo de reflujo vesicoureteral (RVU) primario, muchos de los cuales, ni siquiera demuestran signos propios de la patología.
Es frecuente ver que la enfermedad tiene una progresión favorable hasta la resolución natural de la misma, es decir, una corrección del problema valvular sin necesidad de tratamiento médico (incluyendo medicamentos).
Sin embargo, más de la mitad de los casos de reflujo vesicoureteral de grado superiores a III tienen solución quirúrgica, ya que el defecto anatómico es muy grande como para repararse por sí solo.
Si bien es sabido que el reflujo vesicoureteral puede tener consecuencias devastadoras a largo plazo si no se trata a tiempo, la vida de los niños con este problema congénito puede ser normal siempre y cuando los chequeos médicos y demás indicaciones sean cumplidas cabalmente.