En Internet pueden conseguirse innumerables remedios caseros para eliminar lunares que van desde cremas astringentes y aclarantes hasta cataplasmas de vegetales. No obstante, prácticamente ninguno de estos tratamientos ha sido comprobado o avalado por estudios médicos relevantes para medir su efectividad y seguridad.
Eliminar un lunar (o un nevus melanocítico) implica destruir completamente a un conjunto importante de células melanocíticas agrupadas y que se encuentran debajo de la piel. Por esta razón, un tratamiento casero o farmacológico difícilmente logra eliminarlo por completo y para siempre.
Existen ciertas técnicas populares para remover verrugas. Estas van desde el corte completo de la lesión con una hojilla para rasurar (en casa) hasta atar la base de la verruga con una hebra de cabello hasta que este cae por sí solo.
Estas técnicas pueden ser potencialmente peligrosas dado que extraer un elemento cutáneo como una verruga, sin supervisión médica y sin los debidos cuidados de antisepsia, puede acarrear un alto riesgo de infección.
Además, las verrugas son lesiones cutáneas de tamaños diversos que protruyen desde la piel. Están increíblemente vascularizadas y pueden sangrar abundantemente si son cortadas. Su remoción debe ser realizada en un hospital y por personal calificado para prevenir hemorragias o infecciones.
En los días posteriores a un tratamiento de remoción láser de lunares, verrugas o manchas, el paciente debe estar atento a una serie de reacciones normales de la piel. Por ejemplo, existe una pequeña descamación de la piel por encima de la lesión cutánea, comezón y signos de irritación.
Estas molestias suelen ser bien soportadas y desaparecen completamente por sí solas al cabo de un par de semanas.
- El tamaño (se hacen más grandes).
- El color (cambian a colores más oscuros o se degradan rápidamente).
- La textura (algunos crecen tanto que se hacen palpables).
- El contorno (algunos tienden a hacerse de contornos irregulares y crecer sin un patrón aparente).